Laboratorio de perfumería - Galería de arte olfativo
Grasse, Francia
con Laurence Fanuel
Es en el laboratorio de L'Atelier de Rosa Rose en Grasse donde tiene lugar la etapa crucial del proyecto: la búsqueda de materiales y su interacción con los ingredientes perfumados de la futura innstalacion OAP.
Grasse es conocida como la ciudad de los perfumes y en sus calles todo conduce a la embriaguez. Allí, en sus entrañas, una sala en el sótano, desde la que se ven los pies de los transeúntes que corren por el callejón de arriba, está el laboratorio. En el centro, una isla repleta de libros, cajas y cajones; a la izquierda, un fregadero dominado por estanterías; a la derecha, innumerables frascos llenan el espacio, balanzas de pesaje ultrapreciso, ceras, soluciones. Pequeños focos LED iluminan la atmósfera rosada del laboratorio. Luz cálida para sentirse bien, luz fría también para la precisión del gesto. Es más fresco que en otros sitios y cuando bajas las escaleras, los olores se mezclan, y en cuanto encuentras un frasco a tu alcance, te lo llevas a la nariz con curiosidad y gula hasta saturar tus sentidos.
© Caroline Bouissou
"Mi laboratorio es un verdadero espacio de investigación y creación mixtas. La pieza central es sobre todo es el órgano del perfume y todos sus frascos, sus frascos llenos de esencias y moléculas. Cada recipiente es una nota en el órgano, una fragancia destinada a mezclarse con otras. Más de 800 ingredientes esperan aquí a encontrar su lugar en una nueva fórmula, una inspiración única, un soplo perfumado. Aquí es donde se crean los perfumes.
© Caroline Bouissou
"En este laboratorio se codean proyectos múltiples y variados, entre arte y ciencia. Como habitante del lugar, mi nariz no presta mucha atención al bullicio olfativo ambiental. Es cuando un olor perdura, flotando en el aire, cuando capta mi atención. Será, por ejemplo, el olor de la nevera, mezcla indescriptible de los olores más potentes y repulsivos, sobre todo si se ha abierto el frasco de pirazinas, que recuerda al olor del arroz cocido, o el del último perfume que hemos pesado, sobre todo si está cargado de notas amaderadas ambarinas secas, mezcladas con todos los olores de los proyectos en curso. Así, encontraremos, astutamente revoloteando en su rincón, el olor acre de las colillas de cigarrillos recién reproducidas científicamente, con un "sabor pesado" de ceniza fría y viejas Chips mezcladas, pero también "la bruja olorosa" recién salida de su armario mohoso para el cuento olfativo del Tiro y la Lira, o una agradable nota de cuero procedente del más bello saber hacer de la perfumería histórica (hay que hacer los deberes y estudiar los caminos de los mayores - ¡respeto!). El olor del laboratorio cambia según las inspiraciones y los alientos, así vive el laboratorio de perfumería, y en medio, sin juzgar lo bueno o lo malo, busco el olor que entrará en resonancia olfativa con el proyecto en curso. Es entonces cuando subo a la planta baja, donde en la zona de ventas del taller, pruebo la última fragancia para sacarla del magma y evaluarla en un aire virgen. La fragancia se apodera del espacio, sola esta vez, es una fragancia bastante natural, verde, aromática y amaderada, con la que intento captar el paisaje que dibuja para mis clientes".